¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto simpatía y tanta paraíso como Tú consagras a tu imperecedero Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi crimen. Esta Humor te la pido aún para los pobres https://socialstrategie.com/story2946934/detalles-ficci%C3%B3n-y-oracion-por-los-hijos